Supermercado.
Ctra. Gualba, 45, 08470 Sant Celoni, Barcelona
Disfruta de la Fórmula 1 y del campeonato de Moto GP y te encuentras a solo 30 minutos de la casa.
Playa sencilla y pintoresca con aparcamiento a 30 minutos de Ca la Nena Morena). Arenys de Mar
Cardedeu es un pueblo bonito y con mucha variedad de restaurantes, tiendas y fiestas populares.
Os proponemos visitar una construcción megalítica, una de las más conocidas de Catalunya, y conocer las leyendas que esconde.
Es muy estético, como una gran mesa hecha con grandes piedras muy bien puestas, ya veréis. De todas formas, debemos decir que este dolmen, uno de los más conocidos del país, fue reconstruido en 1855, intentando simular la que se cree que era su disposición original. Sea como fuere, no os lo podéis perder si os interesa el arte prehistórico. Si estáis un poco el caso, sabréis que los megalitos son monumentos construidos entre los milenios IV y II antes de nuestra era y su principal función era funeraria.
Es una agradable excursión circular de 6,5 kilómetros desde el pueblo de Vallgorguina, que, además de visitar el dolmen, os permitirá pasar por una zona de vegetación atractiva, con árboles monumentos, fuentes y masías. Cuando lleguéis al dolmen, podéis imaginarlo rodeado de brujas. Y es que la leyenda asegura que éste era un lugar de encuentro de brujas, que hacían demostraciones de su poder. Se dice que las que no habían hecho suficientes maleficios las colgaban de la piedra superior del dolmen. Además de hacer volar la imaginación, también podéis disfrutar del paisaje que se puede contemplar, con el Montseny, el Pla de la Calma, el Montnegre y el Corredor.
En 1906, el señor Francisco Teixidó, muy aficionado a la caza, adquirió una parte de la finca de Can Puigvert, con las ruinas del Torrassa del Moro, entonces llena de bichos salvajes y más tarde el resto de la propiedad, donde va hacer construir un chalet de piedra. La Torrassa del Moro la convirtió en pabellón de caza haciendo construir otros dos pisos, con paredes de piedra, el primero para cocina y comedor, con un gran ventanal y el segundo para dormitorios. Desde el segundo piso, por una escalera de madera, se subía a la azotea de pronunciada pendiente, sostenida por jácenas y vigas de hierro. Desde la azotea a 13 m de altura sobre la vertiente de la montaña se vislumbraba toda la comarca, las cordilleras del Maresme y un recorte de mar.
Desde mediados del siglo XX, la Torrassa del Moro inició un proceso de abandono y fue objeto de expoliaciones y agresiones. En los años 90 se cerró y se tapiaron todas las ventanas. En 2010 se iniciaron las obras de su restauración y finalizaron en 2011.